Pagos digitales para todos: así avanza la democratización del consumo financiero
Una nueva era en la forma de pagar: más tecnología, más opciones, menos fricciones.
La XIV edición del Informe Nuek sobre Tendencias en Medios de Pago, elaborada en colaboración con Afi (Analistas Financieros Internacionales), consolida una certeza que ya se percibe en el día a día: los pagos digitales no solo crecen, se transforman. Redefinen hábitos, elevan expectativas y reconfiguran la forma en que personas y organizaciones interactúan con el sistema financiero, tanto en Europa como en América Latina.
El análisis evidencia un ecosistema cada vez más conectado, donde los usuarios priorizan soluciones de pago que combinan agilidad, seguridad e inclusión. Mientras el efectivo pierde protagonismo – aunque conserva relevancia en ciertos contextos-, continúan creciendo las transferencias inmediatas mientras se consolidan las tarjetas de débito y los pagos mediante dispositivos inteligentes.
En América Latina, el dinamismo de soluciones como Pix en Brasil o las transferencias inmediatas en Colombia y Argentina, marcan una evolución acelerada. En Europa, el contactless se ha integrado plenamente en la experiencia cotidiana del consumidor. Paralelamente, emerge una tendencia con alto potencial transformador: más del 70% de los usuarios latinoamericanos, y el 60 % de los europeos, están dispuestos a utilizar una identidad digital única para realizar pagos, anticipando un entorno más interoperable, eficiente y centrado en el usuario.
Sin embargo, la expansión de los pagos digitales no está exenta de desafíos. El efectivo sigue siendo predominante en transacciones de bajo importe, especialmente en comercios de menor escala o zonas con infraestructura limitada. A esto se suma una barrera persistente: muchas personas no pueden utilizar su método de pago preferido en determinados contextos, lo que refleja un ecosistema aún en transición.
La tendencia es clara: la digitalización no solo transforma cómo se paga, sino también quién puede pagar, cuándo y dónde. Tecnologías como la biometría, la tokenización o los pagos sin contacto mejoran la experiencia, refuerzan la seguridad y amplían las posibilidades de acceso. Pero para que esta evolución sea verdaderamente inclusiva, es imprescindible seguir eliminando fricciones, fortaleciendo la confianza y extendiendo la cobertura de forma equitativa.
El futuro de los pagos se proyecta como un entorno más inmediato, personalizado y libre de fricciones, donde el acceso no dependa del dispositivo, la ubicación o el tipo de comercio, sino de la capacidad del ecosistema para integrar tecnología, regulación y diseño al servicio de la inclusión financiera real.